Gilmore, Elisabeth
Raquel odia San Valentín. En su vida laboral como organizadora de eventos ha visto de todo, y si tiene que elegir, prefiere unos polvos mágicos o un buen revolcón, a caer en las flechas del amor. Su último cliente es Hugo Blanch, uno de los hombres más adinerados del país; serio, buen orador y con un increíble olfato para los negocios; por eso le llaman el Lobo de las finanzas. Como en el cuento, el lobo es grande y fuerte y desde el primer momento, quiere comérsela, pero, ella no es Caperucita y no cree en los cuentos. Es una tigresa indomable con las ideas muy claras sobre el amor. «Corre razón, que el corazón nos persigue, y si nos atrapa, la condena será a muerte». ¿Será el lobo capaz de domar a la tigresa o será un lobo con piel de cordero?