Tanner, Haley
Damas y caballeros, he aquí, con todos ustedes, el gran mago Vaclav, el hombre que les va a sorprender con sus trucos de magia... Así pasa las tardes el pequeño Vaclav en su piso de Brooklyn, ensayando juegos e imaginando un público siempre dispuesto a aplaudir, aunque de momento la realidad sea otra: quien lo mira y lo escucha es su amiga Lena, una niña tímida que muchas veces calla lo que siente. Desde la cocina, la madre de Vaclav observa a los dos niños mientras prepara unos platos que le recuerdan Rusia, la tierra de la que todos proceden. La mujer se ha empeñado en que su hijo se integre en el nuevo mundo que los ha acogido, así que Vaclav habla perfectamente el inglés mientras que Lena busca y a menudo no encuentra las palabras para expresarse. Luego, de repente, un día la niña desaparece, y cuando volvamos a encontrarla será una joven adolescente, pero aún con ganas de saber la verdad sobre su pasado. Vaclav, que ahora tiene diecisiete años, recurrirá una vez más a la magia para ayudar a esa chica tan peculiar que fue, es y será la mujer de su vida. Esta espléndida novela es un homenaje a las palabras, porque solo cuando aprendemos a poner nombre a las cosas y a los sentimientos, estos empiezan a tomar forma. Y, palabra a palabra, llegaremos también a plantearnos algo nuevo acerca de la verdad o, mejor dicho, acerca del poder sanador de las mentiras bien contadas, esas que nos consuelan y dejan abiertas las puertas a la esperanza.