Parker, Alan
REINALDO Cortés era el terrateniente más poderoso de San Miguel, un país de Centroamérica que casi no figura en el mapa y donde sus habitantes son explotados por los más ricos. Cortés poseía las plantaciones más importantes de café y de azúcar del pequeño país. Era un hombre inmensamente rico en contraste con la terrible pobreza de sus trabajadores a los que explotaba sin compasión. La Bestia, como se le conocía a Cortés entre su gente, era un hombre alto y flaco y de buena figura, con algunos cabellos blancos y ancho de hombros. Llevaba un sombrero de caña que caía sobre unos ojos astutos y fríos. Solía pasear a caballo por sus plantaciones llevando un látigo en una mano y un largo puro cubano en la otra y en su cintura un revólver. Y eso es lo que hizo aquella mañana…