Maurois, André
Sin olvidar sus éxitos como narrador, historiador y ensayista, el género que ha proporcionado a André Maurois (1885-1967) mejores críticas y más lectores es la biografía novelada. Numerosos han sido los personajes que han servido de tema al popular escritor francés: novelistas como Balzac, Victor Hugo y Marcel Proust, poetas como Byron y Shelley, políticos como Disraeli, científicos como Fleming. De esta extensa y varia galería quizá el retrato más sobresaliente sea Lélia (1952), documentada recreación de la agitada existencia de Aurore Dupin (1804-1876) y equilibrado balance de su obra. Ciertamente La vida de George Sand ofrece de por sí suficientes atractivos para un libro: el nacimiento la situó en la frontera de dos clases, y la educación en la confluencia del racionalismo de las luces y el romanticismo de la pasión; cruzaron por su vida sentimental hombres tan significativos como Alfred de Musset y Chopin; el conocimiento directo del mundo rural y la lectura de los socialistas cristianos la llevó a comprometerse seriamente en defensa de la libertad y de la igualdad; las dificultades en su matrimonio y en su carrera como escritora la convirtieron en la primera abanderada del feminismo y de los derechos de la mujer. Además, su obra literaria conserva más altos valores que los que la moda actualmente le reconoce: sus novelas recibieron elogios de Balzac, de Flaubert (que le llamaba «mi querida maestra» y que lloró al conocer su muerte), de Dostoievski y de Proust (quien dice de su prosa que «respira siempre bondad y distinción moral»).