Sède, Gèrard de
En 1967, salía a la luz en Francia un libro titulado "El oro de Rennes". En sus páginas, Gérard de Sède, un periodista gascón aficionado al estudio de las religiones, relataba las extrañas circunstancias que habían rodeado la vida de Bérenger Saunière, el párroco de una pequeña villa perteneciente al departamento de Aude, en el sur de Francia, llamada Rennes-le-Château. Al parecer, durante la restauración de su iglesia, el religioso habría encontrado unos pergaminos ocultos en los que se hacía referencia a un tesoro. Nunca se pudo demostrar la existencia del mismo; pero lo cierto es que, a partir de la noticia del descubrimiento, el párroco comenzó a llevar una vida completamente distinta, una nueva existencia donde el lujo y la ostentación parecían nutrirse de un fondo monetario inagotable.