Ripley, Ron
El ex marine Shane Ryan es un cazador de fantasmas cuyo pasado problemático lo persigue casi tanto como los fantasmas con los que se encuentra en el cumplimiento del deber. Él es el mejor. ¿Y cuál es la recompensa por su excelencia? El castigo de tener una gran oferta de empleos para erradicar el peor tipo de fantasmas: los que matan. Su más reciente asignación es el entorno idílico de una isla de cielos soleados, un océano azul cristalino y un antiguo y venerable faro que hace que el paisaje sea perfecto... excepto por los malévolos y asesinos fantasmas que nublan el paraíso. Si Amy, la dueña, no fuera la prima de Marie Lafontaine, Shane se habría alejado de la Isla Ardilla y de sus muertos diabólicos. Pero la detective Lafontaine es su amiga incondicional. Haría cualquier cosa por ella. Incluso enfrentar a Dorothy, la no muerta malvada que mata a cualquiera que invada su impío dominio. Agrega dos parejas naufragadas a la mezcla y Shane tiene más problemas de los que quiere manejar. La misión de Shane es clara: librar a la isla de Dorothy y su banda de muertos vivientes, mientras mantiene vivos a sus nuevos conocidos. Pero, ¿cómo podía saber que mantenerse con vida significaba enfrentarse al peor mal jamás imaginado?