Evanovich, Janet
La cazarrecompensas de Nueva Jersey, Stephanie Plum, está segura de tres verdades: la gente no se desvanece en el aire. Nunca enojes a las personas mayores. Y no hagas lo que Tiki te dice que hagas. Después de un verano lento en el que ha estado persiguiendo fianzas de bajo nivel para la agencia de fianzas de su primo Vinnie, Stephanie Plum consigue por fin un encargo que podría devolverle el dinero a su chequera. Geoffrey Cubbin, que se enfrenta a un juicio por el desfalco de millones en el principal centro de asistencia de Trenton, ha desaparecido misteriosamente del hospital tras una apendicectomía de urgencia. Ahora le toca a Stephanie localizar al estafador. Desgraciadamente, Cubbin ha desaparecido sin dejar rastro, ni testigos, ni su esposa, ávida de dinero. Los rumores apuntan a que debe haber tenido ayuda para la audaz fuga... o que tal vez nunca salió vivo de su habitación. Como los labios del personal del hospital parecen estar más apretados que la seguridad, y a Stephanie le resulta difícil pasar desapercibida en la residencia asistida, la abuela Mazur de Stephanie va de incógnito. Pero cuando un segundo delincuente desaparece del mismo hospital, Stephanie se ve obligada a trabajar codo con codo con el policía más sexy de Trenton, Joe Morelli, para resolver el caso. El verdadero problema es que si no hay Cubbin no hay forma de pagar el alquiler. Desesperada por el dinero —o tal vez sólo desesperada— Stephanie acepta un trabajo secundario protegiendo a su secreta y apetecible mentora Ranger de un mortífero adversario de las Fuerzas Especiales. Aunque Stephanie tiene fama de encontrar problemas, puede que esta vez haya encontrado más de lo que esperaba. Por otra parte, una pequeña intoxicación alimentaria, unas notas amenazantes y un vestido de dama de honor con exceso de tafetán nunca han matado a nadie... ¿o sí? Si Stephanie Plum quiere ganar un sueldo, tendrá que recordarlo: Sin agallas, no hay gloria. . . .