Benítez, Mónica
En su primer día de trabajo como policía Miriam se tropieza con un caco de poca monta al que persigue en una carrera agónica por toda la ciudad, pero el chico logra escapar después de provocar que la agente acabe cayendo sobre los rosales de una desconocida que le pedirá que se levante a punta de pistola. Su primer cometido en el cuerpo será dar con el ladrón, y lo hace con relativa rapidez cuando un testigo lo identifica como Daniel Luján. —Se equivoca, tanto usted como ese testigo me confunden con alguien. Yo ayer estuve toda la mañana con mi hermana. Eso es lo que le responde el sospechoso cuando lo interroga, así que no le queda más remedio que hablar con Leonor Luján, convencida de que esta negará su versión. Dar coartada falsa es un delito y Leonor lo sabe. Aun así, no duda ni un segundo en mentirle a Miriam a la cara cuando esta le pregunta. La agente se queda estupefacta, porque Leonor, además de mentirle de forma deliberada, ha tratado de ligar con ella. ¿Qué puede salir mal?