Calvo Zocar, Kevin
Magnus DaSilva, un inspector de policía jubilado de sesenta y seis años, y con la titulación en Criminología, vive la peor de sus pesadillas; la peor, sin duda, de todo lo que lleva de vida: enterrar a su hija. Sin embargo, lo que parece ser un ajuste de cuentas, por parte de un civil cabreado que termina con la vida de una inspectora del Cuerpo Nacional de Policía, termina siendo el primero de una serie de crímenes, cuando un cuerpo sin vida aparece con el mismo modus operandi. Con la ayuda del inspector Pérez y el subinspector Casas, que compartían techo en el departamento de la Brigada de Homicidios con su hija Leonor, irán en busca de la verdad; una verdad que Magnus, de un modo u otro, iba a averiguar. Tal era su osadía, que desde el primer momento su intuición, su olfato de inspector renacido, ya tiene un nombre y un rostro al que culpar; pero con pruebas insuficientes, poco puede hacer. Los crímenes, aparentemente víctimas de un ritual, no se detienen, el tiempo corre y la esperanza de Magnus se desvanece por momentos.