Saylor, Steven
Junto al cadáver, toscamente grabadas, aparecieron siete letras: ESPARTA. Aquel vil asesinato sólo podía haber sido perpetrado en honor de Espartaco, el Rey de los Esclavos Fugitivos que con sus saqueos atemoriza a todo el Imperio. Como venganza, un centenar de esclavos morirá en la arena del circo... a menos que Gordiano El Sabueso decienda hasta la mismísima Boca del Hades con el fin de Husmear el rastro de la verdad.