Santiago, Monse
Nunca imaginé que un sueño tan terrible iba a hacerse realidad. Mi historia es una de tantas, pero yo la cuento desde ambos lados de la línea roja. Primero estuve en el «lado limpio», ayudando a frenar el ascenso de lo oscuro, y sin darme cuenta crucé la frontera al «lado sucio», un lugar incierto y temible que afecta de diferente forma al que en él se encuentra. Relacionar lo onírico y lo real surgió con los pensamientos y reflexiones de mi cautiverio. Monse Santiago