García Cruz, Ana
Todo por no decir NO cuando debí gritarlo. Un NO rotundo al principio no solo habría impedido que ellos me utilizaran, también habría destruido ese sucio mercado de tráfico humano que destrozó las vidas tantos. Si hubiese gritado NO, cuando debí hacerlo, ahora mi hermana no estaría en peligro, ni el hombre al que amo, a punto de morir