Boileau-Narcejac
Ravinel y su amante, Luciana, se ponen de acuerdo para asesinar a Mireya, esposa del primero. Pero al poco tiempo Ravinel, todavía bajo la impresión producida por su crimen, empieza a recibir cartas de la víctima. Las señales y evidencias de que Mireya no ha desparecido del todo provocan una crisis nerviosa en Ravinel, que empieza a enloquecer. ¿Qué había ocurrido realmente con Mireya? ¿Acaso había alguien interesado en aniquilar a Ravinel? El final, sorprendente e inesperado, no es sino la culminación de una tensión insoportable.