Joyce, James
Finnegans Wake es una novela cómica del autor irlandés James Joyce. La escribió en París durante diecisiete años y la publicó en 1939, dos antes de su muerte. Se caracteriza por su estilo experimental y por su fama de ser una de las obras más difíciles de entender de la literatura en inglés. Tiene una concepción "esférica", en la que cada elemento es principio y fin del conjunto. En ella, el autor usa un lenguaje idiosincrásico con un amplio vocabulario y una sintaxis variable, que resulta de mezclar unidades lexicales del inglés y calambures y contracciones en otros idiomas. En este proceso, altera además la separación silábica para formar neologismos y recrear las experiencias oníricas. A su vez, el uso del monólogo interior, de las alusiones literarias y de las asociaciones libres, y el abandono de las convenciones de trama y de construcción de personajes hacen de este un libro difícil de asimilar y poco leído por el público general. Aunque no hay consenso sobre algunos de sus temas centrales, sí lo hay sobre algunos rasgos generales de sus personajes y de su trama. Sus protagonistas pertenecen a la familia Earwicker, compuesta por el padre, Humphrey Chimpden Earwicker (HCE), su esposa Anna Livia Plurabelle (ALP) y sus tres hijos. Ellos son los mellizos Shem the Penman (el Escriba) y Shaun the Post (el Cartero), y su hermana Isobel (Issy), la menor. La trama se origina en un rumor sobre HCE. A través de una narración onírica no lineal, esta trata sobre los intentos de ALP de exonerarlo con una carta, sobre la intención de Shem de reemplazar a HCE, y sobre el ascenso de Shaun a la prominencia. Termina con un monólogo de ALP al amanecer. La primera frase es la continuación de la línea inconclusa del final, lo que define una estructura cíclica. Algunos expertos consideran que el libro se estructura en torno a Principios de ciencia nueva de Giambattista Vico. Ocupa un lugar predominante en la literatura en inglés. Tiene grandes detractores, pero también notables defensores. Anthony Burgess la considera «una gran visión cósmica, uno de los pocos libros en el mundo que pueden hacernos estallar en carcajadas prácticamente en cada página. El crítico Harold Bloom lo describió como «la obra maestra de Joyce», y escribió: «[Si] alguna vez el mérito estético volviese nuevamente a definir el canon [Finnegans Wake] estaría tan cerca como nuestro caos podría llegar a estarlo de las alturas de Shakespeare y Dante». Para David L. Larsen es junto con Ulises una de las obras maestras del autor.