Diego, Enrique de
Año 1199. Los Estados cristianos, frente al asedio conquistador del Imperio musulmán, se encuentran en una situación crítica. Ante la gravedad de los hechos, Inocencio III decide promover una nueva cruzada a fin de recuperar Jerusalén, para lo cual tendrá que enfrentarse a las mercantiles maniobras del dux de Venecia. Al valeroso caballero templario Álvar Mozo le será encomendada la peligrosa misión de la que depende la victoria contra los infieles: recuperar la santa lanza, la sagrada reliquia que se venera en la catedral de Santa Sofía en Constantinopla junto con otros objetos de culto, como la corona de espinas, los clavos de la Pasión o el cabello de la Virgen. Este mítico objeto de poder con el que el centurión Longinos atravesó el costado de Cristo —y que estuvo en contacto con su Sangre— deberá ser entregado a la Orden del Temple una vez esté en su poder. Sólo así se logrará liberar los Santos Lugares. Pero la posesión de tan preciada reliquia disparará la codicia de muchos... ya que quien la tenga dominará el mundo. Como compañeros de armas, Álvar tendrá a su cargo un grupo de presidiarios que le acompañarán en una trepidante aventura a través del Languedoc, la Lombardía, Venecia y Constantinopla. Enrique de Diego vuelve a sorprendernos, tras el éxito de Corazón templario, con un thriller rebosante de misterio, acción e intriga en el que la extraña Fraternidad Blanca desempeñará un papel esencial.