Leonard, Elmore
«Un buen día, los apostadores empezarían a preguntarse: "¿Qué se habrá hecho de Harry Arno?", y se darían cuenta de que no sabían nada de él.Desaparecería, empezaría una nueva vida. Basta de presión. Basta de trabajar para gente a la que no respetaba. Una copita de vez en cuando. Tal vez incluso un cigarrillo al atardecer, contemplando la puesta de sol en la bahía. Joyce estaría con él. Bueno, a lo mejor. Como si no hubiera bastantes mujeres en el lugar al que se dirigía. Tal vez sería mejor que partiera él primero y se instalara. Luego, si le apetecía, ya la llamaría.Estaba preparado. Tenía dos pasaportes con nombres distintos por si acaso. Todo estaba claro; ningún problema.Hasta aquella tarde en que Buck Torres le dijo que estaba metido en un buen follón.»