Kempka, Erich
Erich Kempka nació en el seno de una modesta familia minera compuesta por 9 hermanos en la región de Renania, y asistió a la escuela técnica donde aprendió la profesión de electricista de automoción. Posteriormente, se afilió al partido nazi y, a partir de 1932, fue nombrado chófer personal de Hitler. En mayo de 1936, Kempka pasó a ser Jefe del Parque Móvil de la Cancillería del Reich, teniendo a su cargo el mantenimiento de los 8 vehículos oficiales de Hitler y otros 40 vehículos de líderes del régimen, junto con sus 60 chóferes. Kempka recorrió miles de kilómetros junto a Hitler, ganándose la entera confianza del Führer. Durante los últimos días del Reich, Kempka coordinó la salida de los funcionarios autorizados por Hitler para abandonar la capital, hasta que, hacia el mediodía del 30 de abril de 1945, recibió la insólita instrucción de parte de uno de los edecanes de Hitler, de subir 5 bidones de 40 litros de gasolina hasta la escalera de salida al jardín del búnker. Una vez consumados los suicidios de Adolf Hitler y Eva Braun, Kempka se ocupó de trasladar los cadáveres a la entrada del búnker de la Cancillería, rociarlos con la gasolina que había logrado reunir, y prenderles fuego. Minutos más tarde, repitió esta misma operación con los cadáveres del matrimonio Goebbels. Terminada la guerra, Kempka fue capturado e internado en varios campos de concentración, hasta ser liberado en 1947. El presente libro narra las vicisitudes de su larga relación con Adolf Hitler, desde los inicios de éste en la política, y hasta su suicidio junto a Eva Braun.