Marina, José Antonio
Este libro es, además, una teoría sobre la verdad. Padecemos una epidemia de credulidad e integrismo, y las religiones se han convertido en un problema. Debemos exigirles que presenten con claridad al mundo sus cartas credenciales. ¿Qué son, de dónde vienen, de dónde sacan su pretendida fiabilidad? Todo predicador proclama inevitablemente más certezas de las que tiene. Y no por mala voluntad, sino tal vez al contrario, por el peligroso dinamismo de las buenas intenciones. Marina distingue el dominio de las verdades universales -la ciencia y la ética- del dominio de las verdades privadas, entre las cuales se encuentra la religión. No niega su veracidad, pero sostiene que cuando se enfrentan con verdades universales, deben cederles el paso. De esta manera, las religiones, enfrentadas inevitablemente en lo dogmático, podrían reconciliarse en el plano ético. El último capítulo habla de las verdades privadas del mundo de J. A. Marina, y responde a la pregunta: ¿Por qué soy cristiano?.