Marryat, Frederick
Esta clásica novela de aventuras escrita en 1837 desarrolla el mito del Holandés Errante. En ella se suceden episodios con piratas, naufragios, combates en tierras desconocidas, pero siempre originados por el halo de misterio que rodea a una vieja reliquia familiar legada a Philip Vanderdecken, un joven que, por azar o destino, llega a toparse con ese buque condenado a navegar (junto a toda su tripulación) hasta el Día del Juicio Final. Philip descubrirá quién es el capitán de ese buque fantasma, alguien demasiado cercano a él como para no dejar de intentar, por todos los medios, volver a encontrar al Holandés Errante.El mito del Holandés ErranteSegún la tradición, el Holandés Errante o el Holandés Volador (De Vliegende Hollander) es un barco fantasma que no puede volver a puerto, condenado a vagar para siempre por los océanos del mundo. El velero es siempre oteado en la distancia, a veces resplandeciendo con una luz fantasmal. Si otro barco lo saluda, su tripulación tratará de hacer llegar sus mensajes a tierra, a personas muertas siglos atrás.Las versiones de la leyenda son innumerables. Unas cuentan que la historia originariamente es holandesa, mientras que otras afirman que está basada en la obra de teatro The Flying Dutchman (1826), del dramaturgo inglés Edward Fitzball, y en la novela The Phantom Ship («El buque fantasma», 1837) de Frederick Marryat, más tarde adaptada al holandés como Het Vliegend Schip («El buque volador») por el clérigo de esa nacionalidad A.H.C. Römer. Otras versiones aluden a la ópera El holandés errante, de Richard Wagner (1841) y a The Flying Dutchman on Tappan Sea de Washington Irving (1855).