Fuentes, Carlos( P. Asturias 1994).( Cervantes 1987).
El personaje central de la historia emprende un viaje que lo lleva de norte a sur, a cruzar la frontera entre Estados Unidos y México. El viaje es mucho más largo, mucho más definitivo, el límite que se propone cruzar es entre la vida y la muerte. Una historia surgida de un hecho real: Ambrose Bierce, periodista americano, se despide de sus amigos con cartas en las que se declara viejo y cansado. Quería morir y elegir cómo. La enfermedad y los accidentes le parecían indignos. Morir ante un paredón mexicano, ser un gringo en México, eso sí es eutanasia. El viejo se niega a la decrepitud, y huye al encuentro con una muerte digna, heroica. Un cadáver bien parecido, es también una decisión de vida.Partió a la revolución y nunca se volvió a saber de él. Este es el punto de partida que elige el autor para esta gran novela. Desde allí Carlos Fuentes teje la trama a través de la cual se describe la crudeza de un conflicto que marcó a sangre y fuego a la sociedad mexicana en las primeras décadas del siglo XX.La violencia de la guerra, la sangre de hombres y mujeres como una semilla estéril metiéndose en la tierra del árido desierto. Carlos Fuentes escribió este trabajo con un lenguaje cuidado, incisivo y poético. La historia parece darle la razón, él no se equivocó cuando desde otra de sus obras se atrevió a sentenciar: “Las revoluciones están hechas por los hombres (...) y de todas las revoluciones surge una nueva casta privilegiada”.Gringo Viejo puede ser leída como una historia de amor, de guerra, de búsqueda de identidades; pero sobre todo es una historia profunda, que emerge y se sumerge como un delfín en el mar, entre las olas del alma humana, con su memoria, sus percepciones del tiempo y del espacio, con su conciencia individual, a veces dividida.Reseña de Ricardo Adrián.