Greenland, Colin
Plenty. En otra época era una colina abarrotada por una especie alienígena de insectos...,hasta que sus creadores fueron exterminados por los capellanos. Ahora es un gueto planetario en el que coexisten robots no demasiados funcionales, saqueadores, aventureros sin escrúpulos y todo tipo de marginados espaciales.Tabitha Jute. Una intrépida navegante que se dedica al transporte interplanetario al mando del carguero espacial Alice Liddell, una nave sintiente. Orgullosa y autosuficiente, no es, sin embargo, una persona demasiado sociable ni capaz de controlar su carácter impulsivo.Un accidente de consecuencias imprevisibles hace que Tabitha se encuentre fuera de la ley, sin dinero y a punto de perder su nave, mientras a su alrededor todo el mundo parece disfrutar de las fiestas de carnaval.Necesita encontrar trabajo, y rápido, aunque éste pueda ser más peligroso de lo habitual y su destino no sea otro que el mismo Plenty... Esta novela sigue la estela pulpera de considerar los planetas Marte o Venus como eran imaginados por los astrónomos del siglo XIX o sea lugares llenos de canales y ciudades abandonadas construidas por una extinta civilización marciana o las selvas lujuriosas y sofocantes de Venus llenas de pantanos y fauna acuática.Esta novela persigue la brillantez formal con analogías o metáforas originales , todo unido a una trama que adolece de inconsistencia por todos los lados y con un estilo bastante pulpero aunque se sustituye el héroe a lo flash gordon por una heroina descreída acorde a la década de los 90 que es de agradecer.La trama va in crescendo de ser una aventura personal, grupal al final implica a toda la humanidad, siendo la protagonista la que va a tener que ir descifrando lo que se oculta detrás de esa misión misteriosa que le han encargado y la nave que pilota en sus manos intercalado con unas memorias bastante insípidas y aburridas de la vida de Tabitha.