Slaughter, Frank G.
Bella, seductora, condenada por los que se ufanaban de servir a Dios, María de Magdala es una de las figuras bíblicas más apasionantes. Junto a ella, Slaughter presenta a José de Galilea, el brillante joven médico que la amaba. María danzaba en las calles de Tiberiades, al acecho de las monedas que le arrojaban los espectadores. Así la conoció José de Galilea, así la vio también Gayo Flaco, oficial romano emparentado con Poncio Pilato. Pronto María recibió la orden de bailar en la Corte, donde Flaco la retuvo prisionera hasta que ella pudo huir, ayudada por José. Entonces se convirtió María, llegando a ser discípula de Jesús. Presente estuvo cuando fue resucitada la hija de Jairo, presente cuando la multiplicación de los panes y los peces, presente cuando la traición de Judas, la acusación de Caifás, el juicio ante Pilato; presente en la Crucifixión...