Kerr, Judith
Este libro es la continuación de "Cuando Hitler robó el conejo rosa"
En el libro anterior habíamos dejado a Anna y su familia poniendo pie en Inglaterra, la que va a convertirse en su última patria. Esta novela no comienza inmediatamente después; han pasado unos años y nos encontramos con una Anna de 16 años adolescente. Al contrario que le ha sucedido en Suiza y en Francia donde la adaptación, con sus más y sus menos ha sido siempre relativamente sencilla, no le está pasando lo mismo aquí.
Su facilidad para aprender los idiomas y para mimetizarse con el resto de las jovencitas de su edad hacen que todo el mundo crea que es británica de nacimiento. Pero a ella le cuesta encontrar su sitio mucho más de lo que le ha costado en cualquier otro lugar. Mientras los niños y los ancianos huyen de la ciudad hacia el campo tratando de evitar los bombardeos nocturnos Anna y su familia permanecen en el Hotel Continental habituados a las sirenas y al zumbido de las bombas cayendo a su alrededor. Ella, consciente de la precariedad de la situación financiera de su familia, que no ha mejorado mucho pese al traslado, busca a toda costa ser útil.
Anna es de suponer que con su dominio de idiomas no tendrá problemas en conseguir un trabajo. No será tan sencillo: pese a que han tenido que huir de su país, es alemana. Incongruencias de la vida, a pesar de que les persiguen, sus orígenes son un problema.