Arozarena, Rafael
Esquiva y salvaje como la misma Lanzarote, una mujer impresionó a Arozarena durante su estancia en la isla: "Tal negro ciprés. Amada tea o cuervo en vertical, la vieja permaneció allí plantada un buen rato... Pero en la parte alta de aquel árbol requemado, algo surgía incandescente aún; algo como una brasa encendida surgía de aquellos ojos negros, árabes, jóvenes y hermosos». Con esta impresión primera, construye Arozarena el personaje central de su novela Mararía; una mujer de belleza deslumbrante cuyo destino está marcado por la fiebre y la pasión. Unos personajes inquietantes que se retuercen entre el silencio, el asombro y el dolor; una atmósfera brutal, en la que lo mágico y lo misterioso amplifican y constituyen la realidad.