Sargent, Pamela
Como podéis imaginaros, el libro se centra en la vida de Temujin, más conocido por el título de Gengis Kan, el más grande de todos los kanes. Pero lo hace anticipándose a su nacimiento para relatarnos parte de la historia de su padre, Yesugei, uno de los más notables mongoles, que ambicionó la unión de los diferentes clanes bajo un solo kanato y que murió en el intento, dejando un legado bastante incierto a sus hijos, que poco a poco y aconsejados por su madre Hoelun se fueron haciendo un hueco en una cultura compeltamente disgregada y nómada. Cuando fallece Yesugei, Temujin es sólo un crío, y tanto él como sus hermanos y madre son abandonados a su suerte. Comienza entonces una épica historia de resistencia y obstinación, que llevarán al joven a ir ganando adeptos de manera paulatina hasta liderar su propio campamento; de ahí a liderar a varias tribus y el resto es más conocido por todos. A lo largo de las más de 600 páginas le veremos crecer, aprender, vencer, ser derrotado, pensar, casarse, aliarse, y sobre todo luchar, luchar y luchar, porque por lo que he aprendido durante la lectura, el pueblo mongol era un pueblo guerrero donde los haya. De hecho, los hombres se dedicaban básicamente a la guerra, y sólo se consideraba el estado de paz cuando el enemigo se sometía a su pueblo (no podía haber igualdad, sólo sometimiento).