Cousté, Alberto
Guerrero, ingeniero, amante, príncipe, cruel hasta lo indecible pero vencido por la hermosura, Sigismondo Malatesta, señor de Rimini y gran aventurero, es el hombre que mejor encarna los albores del siglo XV, unos años de transición que ven morir las viejas fórmulas de convivencia creadas por la Edad Media. Acompañado por el fragor de un presente incierto, que todavía no ha inventado su propia ética, Sigismondo busca una verdad que se consume en pasión y violencia hacia todo lo que le rodea, desde sus mujeres hasta sus soldados.
Rimini, su cuidad, y el milagroso “don de vivir” de la gente italiana, capaz de mezclar ironía y fervor extremo en un solo gesto, son el escenario de las correrías de este portentoso antihéroe, perdedor por excelencia, que intuye el sinsentido de los proyectos a largo plazo y lo arriesga todo en cada apuesta.
Al describir esta angustia, tan cercana a la nuestra, Alberto Cousté nos entrega el retrato de un hombre y una época teñidos de sangre y deseo, sin tiempo para la espera, y en esta feliz unión de realidad y ficción descubrimos las armas de un gran narrador.